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Sommaire

¿Por qué analizar el agua de la piscina?

Analizar el agua de la piscina le proporcionará la seguridad de un entorno sano y propicio para el baño, con un agua en la que disfrutará nadando.

Si analiza periódicamente el agua de su piscina, comprobará que está equilibrada y que los tratamientos que aplica siguen siendo eficaces para luchar contra las bacterias y los microorganismos que pueden desarrollarse en ella.

Si lleva a cabo un buen mantenimiento, puede también anticiparse a los problemas que podrían originarse en un entorno acuático y, en particular, la proliferación de algas. Si las algas se desarrollan a pesar de sus esfuerzos, un análisis del agua le ayudará a comprender el origen del problema para solucionarlo y conseguir que el agua esté sana.

¿Cómo se puede desequilibrar el agua de la piscina?

La importancia de un análisis periódico del agua estriba en que hay numerosos factores que pueden alterar su equilibrio. 

Cambios de temperatura

El aumento de la temperatura exterior, que aumenta también la de la piscina, puede ser agradable para el baño, pero también puede alterar el equilibrio del agua. En este caso, será necesario poner en marcha el sistema de filtración durante más tiempo pero también hay que saber que los productos desinfectantes pueden ser menos eficaces.

Inclemencias del tiempo

La lluvia es también un factor que puede perturbar la calidad del agua. El agua de la lluvia es, sin duda, diferente de la que contiene su piscina. Cuando llueve, y particularmente cuando hay grandes tormentas con la piscina abierta, el agua de la lluvia se mezcla con la de la piscina y puede desequilibrar su pH.

Suciedad

Partículas, arena, tierra y hojas muertas son suciedad y restos que acaban en la piscina. El viento las trae y, también, los bañistas cuando entran en el agua o pasean por el borde de la piscina. Toda esta suciedad es un factor adicional que puede desequilibrar el agua, ensuciándola.

El sol

Los rayos UV del sol actúan sobre el cloro disuelto en el agua de la piscina. Cuando se expone a los rayos UV, el cloro se evapora. Si la cantidad de cloro del agua baja demasiado, su acción antibacteriana también es menos eficaz. De ahí, la importancia de medirlo regularmente.

La región

La región donde vive también influye en el mantenimiento y los resultados de los análisis, y no solo por causa de la exposición al sol o las temperaturas.

Algunas regiones tienen un agua más calcárea que influirá de manera notable en la dureza del agua (TH) y, por lo tanto, en la estabilidad del pH. Conocer la calidad del agua en su municipio le ayudará a adaptar el mantenimiento.
 

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¿Cómo saber si el agua de la piscina está bien?

Un agua turbia, o incluso peor, verde le indicará de inmediato que no está bien. Y esto, en concreto, ¿qué significa? Esta agua contaminada será nociva para los bañistas y puede provocar reacciones alérgicas o irritaciones. Si el agua no está bien, puede también provocar daños en sus instalaciones y su material. 

Pero la calidad del agua no podrá evaluarse a simple vista. A menudo, cuando un problema es visible, ya se encuentra en un estado avanzado y será más difícil resolverlo. Así, un agua transparente puede estar desequilibrada y, si no se le devuelve ese equilibrio con rapidez, tendrá que solucionar complicaciones más importantes. 

Realizar un análisis del agua periódico y riguroso es la única manera de saber con certidumbre si el agua de una piscina está bien o no. Estos análisis representan una parte importante en el mantenimiento de una piscina, esté enterrada o no.

Analizar el agua de la piscina: ¿qué se mide?

Seguramente, ya sabe que el pH del agua debe comprobarse con periodicidad. Pero este no es el único dato importante en el análisis del agua. Hay que supervisar el TAC, el TH y, por supuesto, la cantidad de productos para tratar el agua es también muy importante.

pH

El pH del agua es el potencial de hidrógeno. Indica el carácter alcalino del agua con una medida situada en una escala que va de 0 a 14, siendo el valor más bajo considerado muy ácido y el más alto, muy alcalino. Un pH neutro está situado en torno a 7.

El nivel de pH en el agua permite garantizar la eficacia del producto desinfectante utilizado. Es un elemento sensible que merece una atención particular porque puede subir o bajar con facilidad.

TH

El TH es el grado hidrotimétrico. Es el índice de mineralización del agua, también denominado dureza del agua. Indica la cantidad de sales de calcio y magnesio presentes en el agua. La dureza del agua se mide en grados franceses (indicados como «°f» que no deben confundirse con los Fahrenheit, indicados como «°F»), en una escala que va de 0 °f a 45 °f.

TAC

El TAC, de título alcalimétrico completo,  representa la alcalinidad del agua, es decir la concentración de iones de carbonatos y bicarbonatos del agua. Está alcalinidad influye en la estabilidad del pH. Por lo general, un valor incorrecto del TAC implica también el desequilibrio del pH. El TAC se mide en grados franceses (°f), en partes por millón (ppm) o en miligramos por litro (mg/l).

Desinfectante

La cantidad de desinfectante contenida en el agua debe comprobarse periódicamente para asegurarse de que su efecto antibacteriano sigue siendo eficaz, con independencia del modo de tratamiento escogido (cloro, bromo, electrolisis de sal, oxígeno activo,...).

Estabilizante

El estabilizante se emplea en las piscinas con cloro. Gracias a la acción del ácido cianúrico, estabiliza el desinfectante para evitar que los rayos UV del sol lo destruyan. Evitará añadir cloro demasiado a menudo a la piscina. 

Su inconveniente es que no se evapora y, si hay demasiado en el agua, el cloro no podrá actuar. Conviene medirlo periódicamente y, en particular, antes de agregar el desinfectante para comprobar si es necesario.

Temperatura del agua

La temperatura del agua debe medirse con frecuencia porque influirá en otros datos. Es la temperatura la que le permite determinar cuánto tiempo debe funcionar la filtración cada día. La temperatura del agua también tiene importancia en la dosificación de ciertos tratamientos, en particular del cloro. Un agua demasiado caliente o demasiado fría podría disminuir su acción.

¿Qué valores hay que supervisar en una piscina?

Pero supervisar el agua de la piscina no lo es todo: también hay que conocer qué valores son aceptables para constatar con rapidez cualquier desequilibrio.

Nivel de pH

Por lo general se recomienda un pH situado entre 7,2 y 7,4. Este valor del pH proporciona el mejor confort de baño y ayuda a mantener el agua limpia.

El pH puede bajar con mucha rapidez y con mucha facilidad, así que es particularmente importante vigilarlo y medirlo varias veces por semana, si es posible.

Por debajo de 7,2 el pH es demasiado bajo. Se habla de pH ácido. El agua es más agresiva para los bañistas y puede causar irritaciones en las mucosas y los ojos. Un pH demasiado bajo también puede provocar corrosión en el sistema de filtración.

Pero tenga cuidado: el pH ideal para su piscina depende también del tratamiento que utilice para desinfectar el agua. Se recomienda un pH entre 7,2 y 7,4 para un tratamiento con cloro.

Valor de TH

El TH de una piscina debe situarse entre 10 °f y 35 °f (grados franceses).

Un TH demasiado elevado provocará problemas de cal. Verá entonces que se forman depósitos de cal que podrían dañar los equipos, las paredes del vaso o causar irritaciones cutáneas.

Un TH demasiado bajo también provocaría irritaciones y podría ser causa de corrosión en sus equipos.

Valor de TAC

El TAC debe situarse entre 80 y 120 mg/l de agua, es decir, entre 8 °f y 12 °f (grados franceses), o entre 80 y 120 ppm.

Si es demasiado bajo, el pH podría variar con rapidez y será más difícil estabilizarlo. Si es demasiado elevado, podrán aparecer depósitos calcáreos en el revestimiento del vaso, los equipos y los conductos.

Contenido de estabilizante

La cantidad de estabilizante deberá estar situada entre 20 y 30 mg/l. Si la cantidad de estabilizante no es suficiente, el cloro se evaporará con mayor rapidez y tendrá que reponerlo antes. Ahora bien, demasiado estabilizante en el agua bloqueará la acción del cloro. 

Esta situación ocurre con facilidad, ya que el estabilizante se acumula en el agua y su cantidad aumenta paulatinamente. 

En ambos casos, bien porque el cloro no esté activo o porque se evapore con demasiada rapidez, el agua no estará bien desinfectada y permitirá que algas y bacterias proliferen.

Contenido de desinfectante

La cantidad de desinfectante necesaria en su instalación dependerá del método escogido para tratar el agua.

Para una piscina tratada con cloro, se consideran necesarios entre 1,5 y 2 mg/l de cloro. Si hay demasiado cloro, el agua podría ser muy irritante para los bañistas. Si falta, el agua no estará bien desinfectada.

¿Qué material se utiliza para analizar el agua de la piscina?

Hay diferentes soluciones para analizar el agua. Se trata de tests rápidos y no siempre es necesario equilibrar el agua tras el análisis.

Tiras reactivas

Las tiras reactivas, sencillas y rápidas, permiten medir diferentes valores del agua de su piscina: pH, dureza, contenido de cloro, cantidad de estabilizante, alcalinidad o incluso cantidad de alguicida.

Las tiras reactivas deben mojarse durante unos segundos en el agua, a una distancia de 20 o 30 cm del borde de la piscina. Al contacto con el agua, las tiras cambian de color. Transcurridos unos minutos, podrá interpretar el resultado utilizando la escala de colores que encontrará en el embalaje. Por lo general, cuanto más vire a oscuro la tira, más elevada será la concentración. 

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Pastillas y líquidos reactivos

Tal y como ocurre con las tiras reactivas, las pastillas y los líquidos permiten realizar análisis manuales.

Para utilizar estos productos químicos, hay que extraer una muestra del agua de la piscina en un bote. A continuación, se introduce en el bote de la muestra un reactivo. Al contacto con el reactivo, el agua cambiará de color y podrá interpretar el resultado utilizando la información que aparece en el envase.

Kits de análisis

Los kits son unos estuches que contienen todo lo que necesita para realizar el análisis del agua. Están provistos de un reactivo líquido o en pastillas, tubos de ensayo, y material para interpretar los resultados.

Todo ello se recoge en un maletín para guardar los productos y facilitar su empleo.

Comprobadores electrónicos

Los comprobadores electrónicos son fiables y su empleo es sencillo. Son más caros, pero más prácticos. Con este tipo de aparato, no necesitará interpretaciones colorimétricas como con las tiras reactivas. Por lo general, también permiten medir el pH y el contenido de desinfectante. Para el pH, se utilizan medidores de pH.

Los medidores electrónicos se sumergen directamente en la piscina o en una muestra que se habrá extraído previamente. Al cabo de unos segundos, el agua estará analizada y obtendrá unos resultados fiables y precisos. 

Son unos aparatos frágiles y deben manipularse con mucho cuidado. Necesitan recalibrarse al empezar la temporada y, al menos, una segunda vez para que las medidas sigan siendo precisas. 

Comprobadores conectados

Las nuevas tecnologías también se ponen al servicio del mantenimiento de su piscina y le hacen más fácil la vida. Los comprobadores de agua conectados se colocan directamente en la piscina y permanecen en ella. Si instala una aplicación en su teléfono móvil, le enviarán todos los análisis del agua. 

No necesitará realizar usted mismo las mediciones, con la ventaja adicional de poder acceder en tiempo real y en cualquier momento a los datos medidos.

Otra ventaja: si se observa un desequilibrio en el agua, recibirá una notificación y podrá actuar con rapidez.

Los analizadores conectados proporcionan información fiable y precisa y analizan también el pH, el TAC, el TH, el contenido de desinfectante, y también otros datos como la temperatura del agua, el índice UV, o el tiempo meteorológico. 

¿Cómo rectificar el agua de una piscina después de un análisis que arroja un mal resultado?

Un análisis muestra que su agua está desequilibrada. ¿Cómo rectificar los diferentes valores para que el agua vuelva a estar bien?

Rectificar el pH

Para reducir o aumentar el valor de pH del agua, basta utilizar un producto denominado pH+ o pH-. El pH+ servirá para aumentar el pH, mientras que el pH- lo bajará.

Si utiliza uno de estos productos, analice de nuevo el nivel de pH para confirmar que es el correcto. Preste también mucha atención a lograr un valor de pH adecuado para su método de tratamiento del agua.

Por último, tenga en cuenta que el tratamiento de agua que utilice puede ser más o menos sensible al pH, y que puede que sea necesario rectificarlo más a menudo y mostrarse más vigilante.

Rectificar el TH

Para un agua con un TH muy bajo basta utilizar un endurecedor con cloruro de calcio. Si vacía parcialmente su piscina, seguramente tendrá que utilizarlo en el momento en el que la llene de nuevo. 

Por el contrario, si el agua es demasiado caliza y por tanto, el TH muy elevado, deberá utilizar un producto que capte la cal. Algunos de estos productos actuarán también como floculante, agrupando las partículas calcáreas más finas para que se puedan aspirar. Otra solución para un agua demasiado calcárea: instalar un ablandador de agua en el circuito de suministro a la piscina.

Rectificar el TAC

Si el TAC del agua es demasiado elevado, deberá utilizar ácido clorhídrico para rectificarlo. Si su valor es demasiado bajo, un producto a base de bicarbonato sódico podrá subirlo.

Si utiliza pH+ o pH-, compruebe después el TAC. Estos productos pueden modificarlo, en particular si se emplean con rapidez o en gran cantidad. Compruebe también el pH cuando rectifique el TAC ya que los productos utilizados podrán provocar que baje o aumente.

Rectificar la cantidad de cloro

Cuando el contenido en cloro es demasiado bajo, es el momento de agregarlo. Se presenta en forma de pastillas grandes o pequeñas que podrá colocar directamente en los skimmers. Deje funcionando la filtración y compruebe de nuevo si las cantidades de cloro y el valor del pH son correctos.

Si no utiliza cloro en su piscina, no tiene por qué ser necesario rectificar muy a menudo la concentración de desinfectante. Con un tratamiento de bromo que funcione con un dosificador, deberá agregar producto cada dos semanas, aproximadamente. Con un clorador salino, que funciona en un ciclo perpetuo, la cantidad de sal solo tiene que verificarse una o dos veces al año.
 

Errores frecuentes en el análisis del agua de una piscina

Analiza periódicamente el agua de su piscina, y eso está muy bien. Pero, ¿sabe que ciertos gestos y hábitos pueden falsear los resultados y llevarle a error en los tratamientos que aplica? Estos son algunos errores frecuentes que debe evitar cuando realiza los análisis.

Dejar la muestra en espera antes de analizarla

Una vez extraída, su muestra de agua puede seguir evolucionando. El aire, la luz o la humedad son factores que pueden transformarla. No analizar una muestra inmediatamente después de haberla extraído conlleva el riesgo de falsear el resultado y aplicar un tratamiento incorrecto a su piscina. 

Antes de extraer su muestra, prepare todo el material que necesitará para realizar el análisis y efectúe inmediatamente las mediciones para continuar con el tratamiento apropiado, si es necesario.

Extraer la muestra en el lugar inapropiado

Cuando extrae una muestra de agua de su piscina para su análisis, el lugar de donde va a obtenerla es importante. Es bien cierto que el agua puede ser ligeramente diferente del resto de la piscina en las boquillas de salida, las escaleras, de obra o no, o las esquinas.

Lo que le interesa es conocer la calidad del agua a unos 30 cm bajo la superficie, a medio camino de los laterales más profundos y menos profundos. Si extrae la muestra en estos lugares, se asegurará de que representa la calidad general del agua con mayor fidelidad.

Utilizar productos caducados o en mal estado

Cuide el material que va a utilizar para analizar su muestra: tiras, pastillas y otros productos reactivos deberán estar en perfectas condiciones de uso. Concretando: evite utilizar productos caducados o que hayan estado mal almacenados, y que podrían encontrarse en malas condiciones. 

Utilizar productos caducados o en mal estado podría falsear los resultados y llevarle al error de aplicar un tratamiento incorrecto a su piscina. Almacene su material protegido del sol, la humedad, el hielo y el calor para garantizar su perfecto estado.

Utilizar un kit de análisis sucio

Evite tocar con los dedos las partes reactivas de los botes y las tiras, para no contaminarlos (y para evitar también posibles irritaciones cutáneas). Aclare minuciosamente los botes reutilizables después de cada uso y deje que se sequen bien. 

Un material sucio podría Interferir en los resultados y falsear los datos.

Solicitar la ayuda de un profesional para analizar el agua de su piscina

Un profesional de la piscina puede realizar el análisis por usted. 

Solicitar la ayuda de un profesional para analizar el agua de su piscina

Un profesional de la piscina puede realizar el análisis por usted. 

¿Cuándo recurrir a un profesional?

Un profesional puede, por supuesto, gestionar integralmente el mantenimiento de su piscina y ocuparse de realizar las mediciones semanales. Pero, si desea controlar el presupuesto de su piscina, seguramente deseará realizar este mantenimiento y supervisión usted mismo.

Aunque esto no quiere decir que no pueda recurrir a un profesional de vez en cuando. Es cierto que encargar un análisis profesional del agua de su piscina una o dos veces al año le dará mayor seguridad de que su entorno es sano.

Un profesional de la piscina estará equipado con herramientas muy precisas. Podrá analizar el agua en detalle, con valores que usted no mide habitualmente. De esta manera, podrá hacerse una idea más realista de la calidad del agua de su piscina y recibirá consejos personalizados para continuar con el mantenimiento usted mismo.

¿Cómo encargar el análisis del agua de su piscina a un profesional?

Para encontrar a alguien que analice el agua de su piscina, busque un profesional dedicado al mantenimiento de piscinas. También puede solicitar información a la empresa que realizó la instalación de su piscina o a tiendas especializadas, que podrían incluso prestar el servicio.

¿Cómo analizar el agua de un spa?

El análisis del agua de un spa requiere los mismos productos y procedimientos que una piscina.

¿Qué quiere decir que el agua de un spa está bien?

El entorno cálido del spa lo convierte en un lugar propicio para la proliferación de bacterias. Sea minucioso al supervisar de la calidad del agua. Deberá intentar mantener el agua con:

– Un pH entre 7,0 y 7,4 ;

– Un TAC entre 125 y 150 mg/l, o lo que es lo mismo, entre 10 °f y 30 °f (grados franceses);

– Y, por último, un TH entre 10 °f y 20 °f (grados franceses), o lo que es lo mismo, entre 100-200 mg/l.

¿Cómo preservar el equilibrio de un spa?

Como en el caso de una piscina, analizar periódicamente el agua del spa y limpiarlo bien son los primeros gestos que conservarán un agua limpia. 

También puede dejar cubierto su spa cuando no lo utilice para que el agua se mantenga limpia. Por último, pida a quienes utilicen su spa que se duchen antes de entrar en él.

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¿Qué productos son necesarios para tratar la piscina?

Son necesarios tres elementos para asegurarse de que la piscina en la que va a bañarse está limpia.

Desinfectante

Lo primero que necesita es un tratamiento del agua. El cloro es la solución más corriente pero también puede optar por la electrolisis de sal, el bromo o los ultravioletas.

Filtración

Necesitará después un sistema de filtración que hará circular el agua y eliminará las partículas no deseadas. Un filtro de arena es la solución más habitual, especialmente con el cloro.

Para saber cuánto tiempo debe funcionar el filtro al día, tome la temperatura del agua y divídala por 2. Una piscina a 24 °C debe filtrarse durante 12 horas.

Productos complementarios para el mantenimiento

Por último, también necesitará otros productos químicos que garanticen un buen mantenimiento: floculante, alguicida, antical, estabilizante, pH+ y pH-,...

Estos productos contribuirán a reajustar el equilibrio de su piscina o mejorarán su protección contra bacterias y algas.

Casos particulares: adaptarse al tratamiento de agua

Cada método de desinfección presenta sus particularidades que influirán en los diferentes productos empleados, y también en los análisis que se realizarán y su frecuencia.

En una piscina de sal, por ejemplo, será importante medir el contenido de sal con tiras reactivas o un medidor de salinidad. Atención también al pH, ya que es muy sensible a los tratamientos con sal. Como para el cloro, el pH deberá situarse entre 7,2 y 7,4. Para controlarlo con más facilidad, puede instalar un regulador de pH que se ocupará del análisis y el ajuste automático.

El bromo es otro caso particular que requerirá un pH más elevado, entre 7,5 y 8. Este producto es más tolerante a las variaciones de pH, pero no implica que no requiera una medición periódica. El dosificador que libera bromo constantemente a la piscina, también puede disponer de un regulador de pH.

Analizar el agua de una piscina es una tarea importante de la que no podemos olvidarnos. Es un hábito que podrá adquirir con rapidez y que no exige demasiado tiempo si se hace con regularidad. Si le cuesta adaptarse, equiparse con un buen material que le facilite la tarea será de gran ayuda.

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